La herencia de Isak Andic: modelo de sucesión empresarial familiar

La transmisión del legado de Isak Andic, fundador de Mango, se ha convertido en un ejemplo de cómo una herencia empresarial puede gestionarse con equilibrio y previsión. Frente a los conflictos que suelen acompañar a las grandes fortunas, la sucesión del empresario catalán se ha desarrollado sin controversias, gracias a una estructura familiar sólida y a una planificación sucesoria diseñada en vida por el propio fundador.

Sus tres hijos —Jonathan, Judith y Sarah Andic— han pasado a compartir el control de Punta Na Holding, sociedad que agrupa tanto la participación mayoritaria en Mango como un extenso patrimonio inmobiliario. La transición se ha llevado a cabo de forma ordenada, asegurando la estabilidad del grupo y la continuidad de su proyecto empresarial.

Reorganización de Punta Na Holding y distribución de responsabilidades

Tras el fallecimiento de Isak Andic en diciembre de 2024, se formalizó el reparto de su herencia durante el primer semestre de 2025. Cada uno de sus hijos recibió una tercera parte de Punta Na Holding, entidad que posee el 95 % del capital de Mango y activos inmobiliarios valorados en torno a 1 200 millones de euros.

El reparto fue acompañado de una redefinición de funciones dentro del grupo familiar:

  • Jonathan Andic, el mayor, asumió la presidencia tanto de Punta Na Holding como de Mango MNG Holding, además de mantener una vicepresidencia en el consejo de administración del grupo.

  • Judith Andic, la segunda hija, fue nombrada vicepresidenta de Mango MNG Holding y apoderada de Punta Na.

  • Sarah Andic, la menor, quedó al frente del área inmobiliaria y ocupa también una vicepresidencia en la sociedad principal.

Este esquema de gobernanza equitativo permitió consolidar el papel de la segunda generación, asegurando una transición fluida sin alterar el equilibrio patrimonial ni la cohesión familiar.

Un relevo ordenado y con enfoque profesional

La sucesión diseñada por Andic no solo abordó la distribución del patrimonio, sino también la gestión del negocio. En los años previos a su fallecimiento, el empresario impulsó una profesionalización del modelo de dirección, separando la propiedad del control operativo de la compañía.

Jonathan Andic, que durante una etapa dirigió la línea Mango Man, cedió sus funciones ejecutivas a Josep Estol para centrarse en la administración de los activos familiares. Esta decisión consolidó una estructura moderna en la que la familia mantiene la supervisión estratégica mientras la gestión diaria recae en un equipo de profesionales independientes.

El modelo responde a un principio esencial en las empresas familiares: preservar la continuidad sin concentrar la dirección operativa en los herederos, evitando así tensiones internas o desequilibrios de poder.

El legado de Isak Andic y la evolución del grupo Mango

De origen turco y afincado en Barcelona desde joven, Isak Andic fundó Mango en 1984 junto a su hermano Nahman. Bajo su liderazgo, la marca se expandió internacionalmente hasta convertirse en uno de los principales referentes del sector textil europeo.

Durante su vida, el empresario concentró en su holding familiar la práctica totalidad de las acciones de Mango, reservando un 5 % del capital para Toni Ruiz, actual consejero delegado de la compañía. Este último ha impulsado en los últimos años una etapa de fuerte crecimiento y expansión internacional.

En 2024, Mango alcanzó 3 300 millones de euros en ingresos y un beneficio neto superior a los 200 millones, cifras que reflejan la solidez de la compañía y la eficacia de su modelo de gestión profesional.

La transición tras el fallecimiento del fundador se produjo sin disputas familiares ni alteraciones en la dirección de la empresa, lo que confirma la efectividad de la planificación sucesoria.

Una sucesión ejemplar para la empresa familiar

El caso de Isak Andic demuestra que una herencia bien planificada puede garantizar la continuidad de la empresa y evitar conflictos. La distribución equitativa entre los herederos, la separación entre propiedad y gestión y la preparación anticipada de la sucesión son tres pilares que explican el éxito de este proceso.

Desde la perspectiva notarial, este modelo refleja la importancia de anticipar la transmisión del patrimonio empresarial mediante instrumentos jurídicos adecuados, como testamentos, pactos sucesorios o protocolos familiares. Una planificación clara no solo preserva la armonía entre los herederos, sino que también protege la estabilidad del negocio y el legado del fundador.

En el caso de Mango, la familia Andic ha sabido mantener la esencia del proyecto creado por su patriarca, combinando tradición y modernización. Su historia demuestra que, con previsión y asesoramiento adecuado, la herencia puede convertirse en un puente hacia el futuro, y no en un motivo de división.